Queridos bloqueros:
Aquí me teneis de nuevo en el Brasil. Estoy en él y no lo creo. Salí 2 días a un pueblo cercano donde esta el hotel. Se llama Maragogi. Me gustó mucho el trazado del pueblo, está muy bien hecho. El plano son todas las calles largas, anchitas, todas rectas, precioso... Pero las casas muy viejas y muy feas. Hay alguna que es típica de aquí que estaría bien hacer así las casas de ese modelo que no se como se llama aquí. Pero por dentro son incomodísimas, porque en una habitación duermen 7. Como vosotros comprendereis eso esta mal.
Y la playa es una verdadera preciosidad. Pero resulta que no están urbanizadas modernamente, preciosas. No, liso y llano, como nació así se creó. Aquí no miran por estos pueblos. Ahora parece que quieren arreglarlo, porque vi unas plazitas que están bien.
Pero lo demás es chabolismo. Y hay terrazas. Si lo arreglaran sería de gran turismo, porque lo tienen todo: clima, gente simpatíquísima y buena, amabilísima. En donde entrases, tenías sonrisas y amor. Y es una tierra rica, porque es exhuberante. Todas las palmeras por las carreteras, ríos preciosos. La naturaleza aquí Dios no le pudo dar más, pero no la aprovechar. Si quisieran trabajar y hubiera un gobierno que mirase por ellas, esto sería un paraíso.
Porque yo os digo, esas casas que hay por las cunetas, me impresionaron. Nunca ví en mi vida tanta pobreza. Ví niños y hombres sentados en las puertas de esas chabolas ruinosas. Yo no se como pueden estar en una casa de 2 metros cuadrados tantísima gente. Y eso a mí me da que pensar.
En España dicen que tambien hay pobreza por los barrios de Madrid, pero es gente que no quiere trabajar. Aquí son chabolas del año de la pera.
Pero la gente es amabilísima. Comimos en un bar y muy bien. Comimos un marisco que aquí le llaman camarones, que son las gambas de allí. Y todo muy bien hecho. Y langosta. Y con unas salsas riquísimas. Y hay un limón que es muy verde, muy verde, y tiene un sabor fuerte y le quedan muy bien a las ensaladas. Y nos sirvieron muy bien, todo limpito, sin lujo, pero todo riquísimo. Son platos típicos de aquí. Y después de postre nos dieron un merengue duro duro y unas figuritas como si fueran pajaritos, estrellitas, todas típicas de aquí. Y nada más que tome ese postrecito, porque claro, yo estoy delicada. Y después tomaron una bebida típica del país.
Y ayer de noche volvimos a ir a Maragogi a cenar, con unas amigas muy simpáticas de aquí, guapísimas. Y chicas instruidas, con muy buena conversación. ¡¡Y una está enamorada de un gallego!!!. Está enamorada de un chico de Laracha, cerca de Carballo. Dice que es un chico muy bueno. Dicen que yo lo conocí cuando era joven. Y se enamoró de ella y a ver si Dios los une para siempre. Ella es merecedora de un gran hombre, porque es buenísima.
Hay un refrán que dice que “vives como una reina”. Y yo estoy viviendo como una reina. Estoy en mi habitación y me aparecen zumos. Están pendientes de traerme todos los zumos. La enfermera a cada paso viene a verme y me toma la tensión, y están de conversación conmigo. Para cada dedo tienes un chico o una chica. Si vas a la piscina, si vas a la playa, siempre están mirando por ti. Estamos atendidos que no os podeis dar idea.
Nada más que fui una vez a la playa. Hay una bajada. Y ya vinieron 2 para ayudarme y me pusieron una silla. Y vino otro y me dijo que no podía estar al sol, y fui para debajo de unas palmeras que se está estupendamente. Una atención terrible. Este pueblo es familiar, acogedor y muy alegre. Ahora mismo me van a traer un zumo. Al poco rato viene otro y me pregunta si quiero otra cosa.
Y después hay una sala de fiestas y por la noche nos invitan a bailar. Y di unas vueltas con el bailarín y todo el mundo me aplaudió.
Mi habitación está muy bien situada en el centro de todo. No tengo que subir escaleras. Aquí se vive como una reina. ¡Quien fuera reina para llevar esta vida!. Esto sí que es vivir, no te molestas de nada.
Si quieres comer algo distinto te la hacen. Son unas atenciones que nunca ví en un hotel, es un Palacio Real. Cuanto daría porque algunas viejas que yo conocí... quedarían pasmadas aquí, que buena falta les hacía. A ver si Dios hace un milagriño y tienen una felicidad como la que estoy yo pasando, porque es una pura felicidad.
Vi una cosa que nunca ví en mi vida. Esta amabilidad de este hotel. Yo fui a muchos hoteles, pero esta proteccion que tengo aquí nunca la ví. Ahora salgo y ya hay 3 vigilando.
A mi mis nietos ya me hablaron muy bien muy bien de este hotel, pero nunca creí que fuera así. Aquí hay mucha seguridad y puedes vivir tranquila. Y mucho respeto.
Esta no es la parte rica del Brasil, pero son encantadores.
Todo un ladrillo castaño, debe ser el estilo de esta zona. Unas casitas todas de ladrillo castaño y por dentro muy acogedoras. Y despues tenemos un jardín seguido viendo toda la piscina.
Aquí el verano es muy fuerte de calor. Pero el invierno en el que estamos es una delicia.
Y hay muchos de Argentina que vienen. Les encantó como estaba el hotel y marcharon contentos. Una niña no quería marchar, que hasta lloraba. Porque aquí le cojen a los niños y los llevan de paseo y la madres están descansadas. Tienen mucho entretenimiento para los niños.
Yo siento marchar, porque estoy muy contenta aquí, y hay que ir para casa. Ahora téñolle que falar en galego, e din que me comprenden bastante ben. Pero a min elas me falan muy apurado e non lle collo moi ben o que me din a veces.
Hay un camarero que me arregla la habitación. Es muy simpatico y, con las toallas del baño que nos dejan, hace dibujos. Y cada día tengo un dibujo distinto. A veces un abanico, otras un barco, un balandro con la veliña. Tiene una cosa en las manos que hace con las toallas la mar de dibujos. Y el camarero del comedor con las servilletas tambien hace figuras. El otro día hizo el Papa, un obispo, una flor, y hoy hizo una espiga de maíz con las servilletas. Tienen estas delicadezas y el cliente está contento.
Aquí como hay tanta palmera siempre las estan vigilando por si acaso cae un coco. Y hay muchísimas palmeras. Todo son palmeras.
La playa es preciosa, y despues tambien hay otra playita dentro del hotel con tumbonas. Y yo a veces estoy cansada y vengo aquí delante de mi habitación, cojo una mesita y estiro las piernas. Porque me duelen mucho, y vienen las enfermeras a verme y se sientan y me dan conversación.
Así que cuando llegue ya os hablaré. Ya recibí de Quenxe y de Chelis Tamara animándome y que lo pasara muy bien.
Ahora quiero hablar con mis familiares. Con mi hermana Lolita, mi cuñado y mi sobrino Paquiño, que dicen que van a ir al Perú, pero mi hermana no quiere ir. Y no tiene este humor que yo tengo. Y también me acuerdo de Mariquiña, de Ana, de su marido, de sus hijos, de Julia y de Julio...no se si ya nombre a todos porque tengo la cabeza ya...
Un abrazo a Juan José, que se ponga bien y se cuide, a su mujer, al chiquillo y a la suegra, y a la amiga Pili y a la hermana.
Besos para todos mis bloqueriños y para todos mis familiares. Aquí me animan a que me quede. Y yo creo que el verano es de mucho calor, pero el invierno lo pasaba aquí deliciosamente.
Y os doy las graciñas y os mando un abrazo para todos mis bloqueriños que son muchísimos. Yo quería hablar uno a uno pero son tantos que no puedo.
Ya os digo...¡¡¡como una reina!!!, ¡¡¡como una reina!!!