Festa do Albariño

Hoy es el día del vino, del albariño, ya sabéis vosotros el mérito que tiene ese vino. Pues está abarrotado el pueblo, es un pueblo precioso y recomiendo que venga gente a visitarlo, porque lleva una impresión muy buena del pueblo. Hay pocos pueblos que respetaron bien las casas antiguas. Es una delicia ver estas casas y estas plazas tan bonitas.


Yo ayer estaba muriéndome casi en casa, y hoy me trajeron a Cambados. Pero al ver tanta gente, me animé y hasta tomé un albariño, que tiene también mucha fama.

Y aquí estamos, cansada...dice que va a cantar una cantante muy importante, ahora no me acuerdo el nombre, pero yo ya no la oiré, que yo no quiero oir esa orquesta que me hace romper la cabeza. Fuí a la plaza y aquello era...creí que me arrebataban.

Ahora las fiestas son unas orquestas que ni es música ni es nada. Es una cosa fuerte que revienta la cabeza. Y yo siento no ver a Alaska, pero mis oídos y mi cabeza no aguantan esa orquesta. Estuve en la plaza y escapé corriendo que ya no podía más.

Y aquí estoy en la puerta de un bar, en una plazita preciosísima. Este Cambados es precioso. Una plaza típica de Cambados. Placitas pequeñas todas con edificios que es una verdadera preciosidad.

Pero mi ánimo no está animado, yo voy a ir para casa temprano, no quiero más orquestas ni cantantes. Si fuera antes... Pero ahora la música ya no es música, es una cosa de romper la cabeza. Con unos altavoces potentísimos, ni se aprecia la voz del artista. Es una vida agitada la que quiere hoy la juventud.

¡Y hay gente mayor, eh, paseando por aquí!. Está lleno. El vino mucho atrae. Pobre de noche el que salga hoy aquí, jajaja...Yo voy para cama, que va a haber cada agarrada...jajajaj, que ya lo estoy viendo el ambiente que hay. Vino y más vino. Claro, la tierra del vino... Pero bueno, el gallego bebe, pero la gente forastera bebe también.

Pues ya veis, yo ayer malísima. Y hoy muy bien no me encuentro. Y es una pena...

Este señor está mirando para mí, jajaja...¿qué dirá? ¿con quién está hablando?. Pues con mis blogueros... la gente ahora está mirando para mí como hablo, jajaja, porque me ven hablar sóla... Y dirán la de la mesa de al lado...esta señora bien de la cabeza no está. Pero bueno, yo os hablo para vosotros, que sois mis compañeriños del alma.

Y hoy ví gente. Cuando a veces estoy sin ver gente, y pasan días sin ver gente. Pero hoy ya me cansa de tanta gente. Esto está abarrotado de gente joven. Hay alguna vieja, pero como toca esa orquesta tan fuerte...Cuando yo escapé de la orquesta, había muchas de mi edad que escapaban.

Cambados tan bonito. Yo hice un video en la primera cadena aquí, en Cambados, que es una verdadera preciosidad. Y cuando me estaban sacando, decía saquen las casas que son unas casas que pocos pueblos las tienen, que aquí conservaron todo...

Que deberían ser gente de dinero, de tener poder, se ve un pueblo señorial. Un pueblo señorial. Unas casas que hay que sacarle el sombrero. De quedar parada. Estoy admirada del Parador que tiene este pueblo. Un parque precioso, piscinas, y da a varias calles. Es grandísimo. Es un pueblo, ya digo, de rango. Y ese parador también ha de costar lo suyo. Y después la ría también muy bonita. Un defecto para mí. Cuando baja el mar, queda en seco. Eso es lo que tiene. Pero lo demás...el pueblo está conservado, trabajado magnífico, con bares muy bien puestos, se come bien, buen marisco y el albariño, que ya tiene fama.

Pues así, aquí estoy sentada...

Siento mucho no ir a Muxía. No es un pueblo tan importante como este, pero tiene también sus cosas bonitas. Aquel mar y aquellos paseos tan preciosos que tiene. ¡Me acuerda mucho Muxía!