¡Qué bonitos son!

Hola

Soy Marta la nieta de Mimucha , hija de Mª José y ahijada de tu hermana Lola.Te quiero dar mi enhorabuena por tu blog y todo tu sentido del humor .....TODOS!! de mayores queremos ser como tú.

Me quedo con tu dirección y espero estar más en contacto.Un abrazo de todos especialmente de mi abuela y mis dos fierecillas de los cuales te mando una foto (puedes ponerla en tu blog).

Un besiño.

Querida Marta:

Por fin ví en mi blog las fotografías de tus hijos que me mandaste y lo voy a poner en mi blog. Porque es una preciosidad de niños. ¡Qué bonitos son!. Vamos, es para estar entusiasmada. Estarás orgullosísima. Y tu madre, no te digo nada, la abuela. Bueno, vosotros también sois muy guapos y los hijos salieron a vosotros. Y a ver si salen tan simpáticos, y tan agradables y tan buenos amigos que sois. Vamos, parientes... porque mi hermana está casada con tu tío, y tu eres la ahijada de mi hermano.


Yo quisiera veros. A lo mejor algún día voy a Corcubión porque la salud no anda muy bien. ¿La salud?. La vejez. Que cada vez oigo menos y veo menos, y no tengo humor, tan alegre que era, ya me conoceis. Donde había una gaita y un acordeón ya estaba yo. Pero ahora cambió la cosa. Y estoy aquí con mi nieto que me está cuidando muy bien.


¡Cómo pasa el tiempo!. De niñita te ví, una preciosidad. Y casaste con un hombre muy guapo, por eso salen esos hijos tan preciosos, son una maravilla. Estuve en Corcubión y yo no te ví con los niños. Otra vez que vaya quiero conocerlos y darle un beso.

Y me alegro mucho de que tu abuela ya esté bastante bien, porque cuando yo no podía andar, te advierto que la fuí a visitar y salí muy triste. La encontré guapísima, claro, ella es joven y guapa. Y ahora, ya ves, se puso bien gracias a Dios.

Y le hace también mucha compañía a Lolita, que la va a visitar todos los días. Siquiera Lolita tiene distracción, que va buena de llevar golpes en esas piernas. Yo las tengo mal, pero de varices, no de golpes. Yo si llevo esos golpes, quedo sin piernas. Como las tengo llenas de varices, abultadas...

Mira lo que son los años. ¿Te acuerdas cuando fuiste a la boda de una hija de Elena que te viniste a enseñar a casa?. Y estabas preciosa. Tú y tu madre. ¡Estábais preciosas!.

¡Mucho disfrutamos en esas épocas!. Ahora ya son más tristes, porque la salud anda mal. ¿La salud?. La vejez. Y yo la vejez no la puedo ver. Me horripila. No nací para ser vieja. Mi ilusión es estar con la juventud, hablar con la juventud... Porque yo soy vieja, pero reconozco a veces que la juventud no es ahora tan mala, mujer, no, no siendo esos botellones horribles de gentuza, no.

Pero hay jóvenes estupendos porque me escriben niños hasta de 13 años, preguntándome cosas y que le aconseje. Vosotros ya teneis una madre que sabe más que yo ahora y está más adelantada en muchas cosas. Y se ve juventud buena. Esa juventud les puede hacer buen ejemplo. A los que se portan mal, ir encauzándolos a ver si llega a mejorar toda la juventud.

Y tus niños son preciosos, cuidalos y mira con quien andan. Porque hay bueno y malo, ya sabes. yo tuve buenas amigas y las tuve muy traidoras. Ahora me doy cuenta de que eran traidoras. Por eso hay que tener mucho cuidado. Porque la envidia es muy peligrosa. Yo nunca supe lo que era envidia hasta la guerra. Después sí, me dí cuenta, lo orgullosas que eran, me querían hundir, pero no lo lograron. Siempre puede defenderme. Y aún me pude defender mejor. Si es hoy, con lo que sé, te advierto que me habían de oir y bien. Pero bueno, que Dios les perdone. Yo ya les perdoné, pero no olvidé. Unas ya se marcharon, otras se quedaron.. pero que las haga Dios muy felices. Y a mí también. ¡Ahora para lo que falta!.

Bueno, pues yo quería estar en el pueblo de Corcubión, disfrutar unos diítas. Y pensaba hacerlo. Pero resulta que esta salud no está para bromas. Ahora empieza la cadera con un dolor...y todo, y me canso al andar mucho. A mí me gusta estar sentada en una terraza, contemplando la juventud, lo elegante que va, lo vestida, y tal... esas cosas que eran tan mías y que me divertían tanto. Estar en un café, estar en el Camping de Corcubión, con la juventud simpática que había.... Y ahora cuando voy, no encuentro a las que yo trataba, claro, murieron.

Pero veo las hijas de alguna gente de Corcubión. Porque cuando estuve en Corcubión, yo fuí al hotel, y había un bautizo. Y estabas tú, que me hablaste. Y ví a muchas chicas que me hablaron. Y yo... me eran caras conocidas. Claro, se parecían mucho a las madres que murieron. Ellas me conocían de oir de María Amelia, de María Amelia, y yo las caras de ellas, decía tú eres hija de tal, tu eres hija de cual, que le murieran las madres. Y todas se parecían a sus madres. Y me alegré de ver toda esa gente, que preguntaban por mí aunque no me conocían algunas. Pero por oídas, decían, ay usted es la hermana de Lolita, María Amelia tal, mi mamá la conocía. Sí, mujer, sí, ya lo creo...¡y yo a ella!.

Y así, tantísimas cosas.

Y yo tengo tristeza cuando Corcubión no sube. Y que lo hermoseen, porque es un pueblo divino. Una periodista rusa que me vino a ver desde Rusia, me alabó mucho Corcubión. Porque se equivocó. En vez de ir para Muxía, la llevaron para Cee. Y en Cee vió a Corcubión y dijo quiero ver ese pueblo. Y fue y le gustó mucho. Y después vino a Muxía, a verme.

Muxía también le gustó, porque Muxía está preciosa. Este año sentí mucho no ir. Porque yo a Muxía le quiero y pasé muy buenos ratos. Y además, me sienta muy bien ese clima en el verano. En el invierno no, porque hay mucha humedad y a mi me mata. Pero en verano, no hay como Muxía para respirar. Es un pueblo encantador para mí. Y después muy entrañable, porque allí me crié. Bueno, marché de un año, pero iba todos los años a pasar una temporada a Muxía.

Y este año quería ir. No pude, porque tengo miedo dar quehacer. Porque unos días estoy muy bien, pero otros días no estoy tan bien. Y yo para poner triste a la gente, no me gusta. Quiero que esté alegre, ya que tuvimos la desgracia de lo que pasó con Joseiño. A mi también me impone llegar a su casa y no encontrarlo. Fue un disgusto muy grande la perdida de mi primo. Para mí, era como un hijo, cariñoso...Yo ya no sé que hablar de él, porque le quería mucho, mucho...y él también me lo demostró siempre. Las charlas nuestras a sólas, contándome todas sus cosas. Y yo también escuchándolo y dándole consejos, que él también me los tiene dado a mí. Y nos comprendíamos muy bien. Pero la vida... tiene sus buenas rachas y malas también.

Y tú, disfruta, que aún eres joven. Y pon la alegría toda de tu alma para pasarlo bien. Y a tus hijos. Y lo celebreis mucho, que esta vida es corta, muy corta, pasa enseguida. Ya ves tú, una niñita que te ví, ya con dos hijos, que son dos preciosidades, y van a gustar mucho cuando los vean en mi blog, porque son dignos de admirar.

Yo cuando vaya a Corcubión también le quiero dar unos besiños. Te quiero mucho. Aunque no nos veamos casi nunca, siempre tengo buenos recuerdos tuyos. Que venías a Corcubión y siempre me venías a ver, me dabas un beso con muchos cariño. Y veo que también a mi hermana Lolita también la quieres mucho. Bueno, tu madre también nos aprecia muchísimo, siempre nos lo demostró. De lo guapa que es eh, tu abuela es guapísima, guapísima... . Estando en la silla de ruedas como la ví, pobrecita, tenía una cara preciosa. Pero después ya la ví de pie y que tanto me agradó verla bien. El reuma no marcha siempre, pero dándole un tratamiento mejora. Porque yo de la cadera también ando mal, porque yo me doy masaje todos los días. Y así me va aliviando el reuma.

Bueno, milla filliña, ya ves, casi ahora no hablo nada, porque estoy muy cansada, pero tenía ganas de charlar contigo y darte la enhorabuena por esos hijos tan maravillosos.

Muchos besos y que disfrutéis en ese pueblo tan bonito que es Corcubión. Un abrazo a tu familia y a tu abuela en especial, porque se acordó de mí y me mandó saludos cariñosos.

Un beso para todas.