Entrevista para el diario ABC
POR MARÍA PRIETO.
«Yo me encariñé con internet, ¡ y qué le voy a hacer! Y admiro la red, incluso a pesar de lo malita que estoy, que no me encuentro como antes, pero gracias a Dios puedo hacer todas mis cosas. Hoy aún hice las maletas yo solita para ir a Muxía». Así se despedía María Amelia el pasado 11 de julio de sus «blogueriños» -como ella llama cariñosamente a los lectores de su bitácora-, antes de marcharse de vacaciones al pequeño pueblo de la coruñesa Costa da Morte que la vio nacer en 1911.
Desde la zona cero del «Prestige», esta espontánea abuela gallega, que recuerda dos guerras mundiales y la española del 36, no podrá actualizar su blog hasta después del verano porque no hay «quien le teclee». Desde hace poco más de ocho meses, María Amelia mantiene un idilio con internet, aunque reconoce que al principio le parecía «una cosa del demonio».
Una mañana, cuando María Amelia entraba en el salón, un señor de Puerto Rico comenzó a hablarle. Y ella pensó: «¿Y este hombre, qué quiere?, ¿pero qué hace aquí?». Poco después, supo que su nieto Daniel había instalado la banda ancha en casa sin decirle nada, toda una sorpresa, que animó a la abuela muxiana a querer una también para ella.
«Al principio, mi nieto me desanimaba; me decía: «A tus años... y además yo no tengo mucho tiempo para enseñarte». Y yo le dije, ¡pues me lo voy a comprar! «No, no, abuela, te lo regalo yo», me contestó», recuerda María Amelia. Y así fue. El día de su cumpleaños recibió como obsequio un blog con el que desde el pasado mes de diciembre comenzó su periplo cibernético.
«Fue una locura -relata-; escribí y en muy poco tiempo me respondieron miles de holandeses y de chilenos». Un rotundo éxito que todavía hoy esta «ciberabuela» no se explica.
«No sé por qué tiene tanto éxito mi blog, yo sólo puse una tontería para que me escribieran viejecitas, personas mayores, porque yo, aunque vivo con mi nieto, estoy sola porque él trabaja mucho, y así, con internet, me entretengo muchísimo», afirma.
«Gracias a mis «blogueriños»»
Todas las mañanas, su nieto le imprime los comentarios que sus «blogueriños» le envían; para que los vaya leyendo y, cuando él tiene un ratito, «le teclea». «Yo le hablo, como puedo hablar con cualquiera y él teclea. Hay días que le digo, ¡hoy no me tecleas nada! Y entonces él me pregunta: «¿De qué me vas a hablar?». Pues de cualquier cosa, le digo, de mi juventud o de lo que salga».
Seguramente sea esta naturalidad y espontaneidad de María Amelia la que haga que su blog triunfe en todo el mundo. Recibe cientos de saludos diarios y todos sus visitantes quieren que ella les conteste. «Yo no puedo contestar a todos. Me dicen que ponga anuncios en la página y con lo que me paguen, que contrate a una secretaria para escribir, pero yo esto no lo hago como un negocio. Lo hago por un placer de hablar».
Además de actualizar su blog, María Amelia disfruta leyendo la prensa en internet y las biografías de Papas, escritores, obispos y políticos que su nieto le imprime. «Me encantan los políticos», reconoce la abuela de la blogosfera. «Yo pude ser política, tuve ocasión, porque me llamaron. Pero mi padre me hizo jurarle que yo nunca tendría un cargo político, porque desde niña ya me notó una inclinación. Desde los 17 años ya era socialista», declara.
Eran otros tiempos. En el pueblo sólo había cuatro afiliados al PSOE, uno de ellos, un amigo de María Amelia que le daba «El Sol» y periódicos de antaño. «Si de niña hubiese tenido internet, ¡fíjese si tendría cultura!, porque se aprende mucho, música, idiomas...» y se confiesa a continuación «fan de los periodistas». También del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien publicó una carta de agradecimiento en el blog de María Amelia. «No es porque me escribiera la carta, me sorprendió, le doy las gracias, porque yo no valgo como para que me escriba un presidente... Pero lo admiro tanto...», asegura la nonagenaria. Y sonríe.
Lo cierto es que todo tipo de personas visitan el blog de María Amelia, aunque ella puntualiza: «La gente de mi edad no se conecta, están siempre rezando el rosario, creen que internet es pecado mortal, y que es de los jóvenes».
La gallega María Amelia López, de 95 años, se ha convertido en la escritora de un blog más anciana del planeta. Desde diciembre de 2006, actualiza su bitácora casi a diario y con fiebre juvenil.