sábado, 6 de enero de 2007

Seiscientos

Piíta, me pusiste un comentario que comentara mi viaje en el 600. Pues sí, ahí te va.

Teníamos unos 60 años. Mira, estábamos comiendo mi marido, mi madre y yo y de repente les digo que quiero sacar el carnet de conducir. Y me miraron con una cara... asustados.

Y dice mi madre: "Déjate de bromas, que siempre estás con bromas pesadas."
Dije yo: "No. Es la verdad. Yo mañana voy a sacar el carnet."
Dice mi marido: "¿Ella dijo que lo iba a sacar?. Pues lo saca, pero si lo saca no le dirijo la palabra". Incomodado.

No se habló más del asunto y al otro día siguiente me marché a la Academia e hice mi primer "examen". Y vine muy contenta.

Y entonces llegué a casa. Ni uno ni otro me dirigió la palabra. Serios, y no me hablaban.

Bueno, al levantarme al día siguiente mi marido marchó "tampoco" sin hablarme, jajaja, y mi madre se levantó y le dije: "Hola Mamá".

Mamá dijo: "Hola yanoseque, que me quieres saludar. No tienes juicio. A los 60 años sacar un carnet de conducir."

Dije yo: "Mira mamá, a mi marido le gusta mucho estar en la calle, y estar siempre en los cafés y todo eso. Le gusta, es enfermo pero le gusta salir. Y le están las piernas fallando. Que no puede andar mucho porque no le riegan las piernas. Entonces, si yo compro un coche, pues lo llevo de paseo a todos los lados. Y no andando siempre buscando un taxi. Un día que llueve cojemos una pulmonía esperando por el taxi. Mamá, yo quiero conducir."

Bueno, pues pasó. Y al día siguiente estábamos comiendo y no hablaban.
De repente dice mi marido: "¿Bueno, tú cuando tienes la hora para aprender a conducir?. "
"Es por la tarde".
Dice él: "Pues entonces, también voy a ir yo que también quiero conducir".
Y mi madre miró para mí y quedó aterrada. "Pero hombre, ¿tú no decías que no sacara el carnet?.
Dice él: "Sí, pero la verdad tiene razón. Nos hace falta un cochecito.".
Y dijo ella: "Pues yo voy a estar siempre intranquila porque sois muy mayores para conducir".
Dice mi marido: "Bueno, pues si somos mayores mayores, total tenemos que morir algún día, pues que sea como sea". Y mi marido fue a aprender a conducir. Y a la primera la sacó.

Y yo, a la primera, saque el código pero lo otro, lo hice bien, pero le habían puesto aceite al coche y empezó a hacer unos chispazos, chispazos, y decían que era que yo que le diera. No, no, fue culpa del coche pero no me aprobaron.
Y a la segunda fuí, y tuve cuidado de como estaba el coche. Y la saqué.

Y después cojimos un chófer y nos enseñaba a conducir en el coche de él por toda La Coruña. Y yo le dije: "Mire, yo por ciudad no pienso conducir, porque parece que los coches vienen hacia mí. No, no, no, yo no quiero nada de ciudad. Ahora por carretera quiero aprenderlo bien, porque mis viajes van a ser largos y de mucha carretera. Y cuando llegue a una población paro y que lo coja mi marido si quiere. Y sino que lo cierre y salimos en un taxi o cualquier cosa. Pero yo no quiero conducir en poblaciones."

Compramos un coche. Y ahí una discusión. El quería un MG, que estaban de moda. O otro, un coche mejor. Y yo quería el 600, que era donde aprendiera, y lo manejaba como si fuera una bicicleta. Y yo no, yo quiero un 600. Yo no sé manejar el coche grande, y esto es como una bicicleta, hombre, que yo la llevo admirablemente. Tú te cansas y lo cojo yo.

Y tuvo que ser el 600. Decía él: "Este 600 nadie lo tiene, que es una porquería.". Y dije yo: "Esta porquería es lo mejor. Lo aparcamos donde queremos, y vamos con muchísima calma, que ya no da mas de si que noventaytantos kilómetros. Asi que a nosotros es lo que nos conviene. Somos dos, las maletas van detrás y nosotros delante. Fantástico.

Y así determinamos hacer un viaje. Mi madre y mis amigos se oponían. "Pero a donde vais, con tu marido enfermo, si se pone malo, tal...". Dice él: "Si me pongo malo, tanto se muere aquí como allí. Yo quiero ir, tiene razón mi mujer. A espabilarnos".

Y así fuimos. Recorrimos toda España y todo Portugal. Nada de averías. Na más que la bocina que ni le tocamos pero se estropeo no se porque cosa. Y la arreglamos el mismo día. Y así hicimos todo el viaje.

De día íbamos en coche. Así que anochecía nos quedábamos en el primer pueblo o en la primera capital que nos tocase. Y así hicimos un viaje espléndido, espléndido...si llego a hacer caso a mi madre pues yo no hago ese viaje que lo pasamos estupendísamente, estupendísimamente.

Y yo disfrutaba. Una vez dice mi marido: "Paramos aquí a comer, que aquí hay muchos camiones y aquí se come bien". Entré y había un camionero.
Y me dice: "Señora, la ví en su 600. Y dije yo, ¿Cuando llegaran estos a Galicia?".
Y dije: "Pues ya ve, llegamos cuando usted, estamos aquí."
El dice: "Pero yo ya descargue el camión".
Y yo le dije: "Pero como nosotros no tenemos camión, que venimos sentaditos disfrutando del paisaje, no tenemos prisa."
Dice él: "Sois ustedes muy prudentes, que iban muy bien, muy bien. Y yo los felicito, porque me hizo gracia que personas tan mayores y así que estén viajando por España entera."
Dije yo: "Si, y vamos a ir a Portugal. Y lo pasamos estupendamente."

Y mi marido cuando llegó, estaba abriendo el portal y me dice: "Mari, esto fue lo mejor de nuestra vida, que bien lo pasamos...".

Piíta, ya tienes la noticia, pero de todos los chistes que me pasó no los voy a contar como tu comprenderas, no habría ya papel para escribir...

25 comentarios:

elizabeth meneses dijo...

hola; me encanto encontrarme con su log....soy una chica de las tierras lejanas donde salio publicado un reportaje sobre usted.gracias por darle ese espiritu alos jovenes que hasta estas alturas nocreemos en nada y en nadie...felicitacione ami me gustaria llegar asi a esa edad ...soy de sudamerica CHILE TENGO 26 AÑOS MI www.fotolog.com/supernotlita/

elizabeth meneses dijo...

se me olvido decirle que lei el articulo....si yo tambien lo hubiera hecho...aunque no tendria tanto valor para conceguirlo...

Trebolazul dijo...

Amelita, que linda tu historia, de veras que tienes alma aventurera, por eso siempre has sido y serás joven. Viajar es maravilloso, por eso hay que tener prudencia en las carreteras. Un beso bonita.

Anónimo dijo...

Desde Canarias, un saludo muy afectuoso. Mi máximo respeto y mi máxima admiración por su interés, sus ganas, su ilusión.
Siga contándonos anécdotas de su vida, y enriqueciéndonos desde la experiencia de su maravillosa segunda juventud.


Un abrazo,
Daniel (Las Palmas de Gran Canaria).

Anónimo dijo...

Hola Maria Amelia, te vi por televisión y me sorprendió tu vitalidad y lo bien que se te ve con 95 años.Yo quiero llegar a ser como tu, una abuela supermoderna.
Enhorabuena por tu página y por ese nieto que tienes que tanto se preocupa de tí. Seguramente será porque tu te lo mereces.
Un besito desde Valencia.

querida_enemiga dijo...

¡¡Ole, ole y ole!! Me he divertido mucho leyéndola. Cuenta usted las aventuras como nadie. ¡¡Que me ha entrado el gusanillo de volver a conducir... y mire que a mí no me gusta nada!!

Besos.

Anónimo dijo...

Hola María Amelia!
Nuevamente soy Loreto desde Chile...
Me ha gustado mucho como has relatado tu historia del 600, me ha gustado eso de conseguir lo que deseas, te felicito! y en cierta forma me has entusiasmado a mi también a comprar un automovil y viajar, viajar, viajar...
Recibe desde el otro continente un gran abrazo!!

Anónimo dijo...

Y yo que nunca tuve una abuela que me contase historias...
me he sentado a escucharla... porque parece que la escuchase contando la historia... y durante un momento se ha convertido en la abuela que nunca tuve.

un abrazo.

Anónimo dijo...

Me he puesto muy contenta de ver lo jovial que es usted. Yo tengo una abuelita con 93 años y me encantaría que estubiera así pero desgraciadamente tiene alzheimer. Me alegro mucho de que sea así de alegre y que sea por muchos años. Un beso.

Anónimo dijo...

La juventud no es un periodo de la vida, sino un estado del espíritu, un efecto de la voluntad, una cualidad de la imaginación, una intensidad emotiva, una victoria del coraje sobre la timidez, del amor por ala ventura sobre el aprecio de la comodidad.

No se envejece por haber vivido cierto número de años, sino cuando se abandona un ideal. Lo años arrugan la piel del cuerpo; renunciar a las metas arruga el alma. Las preocupaciones, las dudas, los temores y las desesperanzas son los enemigos que lentamente nos hacen inclinarnos hacia la tierra y convertirnos en polvo antes de la muerte.

Es joven el que aún puede sorprenderse y maravillarse. El que pregunta, como el niño insaciable: ‘¿Y después?’. El que desafía la realidad y encuentra alegría en el juego de la vida.

Uno es tan joven como la fe que lo mueve. Tan viejo como sus dudas. Tan joven como su confianza en sí mismo. Tanto como su esperanza. Tan viejo como su abatimiento.

Se sigue siendo joven mientras se es receptivo. Abierto a lo que es bello, bueno y grandioso. Abierto a los mensajes de la naturaleza, del hombre y del infinito.

Si un día tu corazón es mordido por el desencanto y roído por el cinismo, que Dios se apiade de tu alma de anciano.

Anónimo dijo...

Se me olvidó decir. Tengo 14 años. Déme algún consejo de la vida.

ella dijo...

jjajajaj mire que me hizo reír con lo del carné. es esplendida señora. Mañana regreso a leerla a ver que nos cuenta, paso por aquí todos los días.
Biquiños

Anónimo dijo...

Habría que verla en su 600, tendría que ser la caña. Su pobre madre no ganaría para disgustos, jeje. Un saludo.

Anónimo dijo...

leyendo esta historia, me hizo acordarme cuando de niña también íbamos en un 600, un coche pequeñito en el que disfrutábamos de los viajes, sin prisas. Ahora con coches más grandes, más potentes, parece que van más despacio porque no paramos de gritar al de al lado, tocar el claxon, e ir corriendo de un lado para otro sin parecer que lleguemos nunca. El verdadero placer de viajar es no tener reloj y disponer de tiempo, así que la felicito por haber disfrutado de verdad de un viaje. bicos

Anónimo dijo...

JAJAJA Que historia más linda, más graciosa y más entrañable.
Me alegro de haber enconrado su blog. Me encanta lo que escribe.
Un besooooo grande!!!

andrea dijo...

bieeen muy buena historia... me entretiene como escribe, porque lo hace a medida que va recordando... es como si estuviésemos conversando.
besos desde Chile!

Yei i dijo...

yo quiero que sea mi abuelitaa(sin ofender),que ideas locas tiene eh! =D

Anónimo dijo...

encantado de leer sus comentarios y vivencias, le animo a seguir y quisiera estar como ud. cuando la iguale en edad, solo me faltan cuarenta mas y nos veremos...
un abrazo y gracias.
desde LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
juan jose gonzalez

ChicaXL dijo...

Ole,ole, di que si, hay que disfrutar de la vida, que historia tan bonita! Me has emocionado :)
Yo tambien paro en los sitios donde hay camiones "porque se come bien", jeje...
Este verano hice yo algo parecido por tierras valencianas, aunque no era un 600 ni tengo todavia los 60, a los que ojala llegue con tu vitalidad y tu ilusión. :) Besos desde el Sur!

Anónimo dijo...

María Amelia: gracias por compartir sus vivencias con la gente del mundo. Yo no sabía de este blog hasta anoche que la oí en Radio Nacional y me pareció usted una joven por la que ha pasado el tiempo sin notarlo.
No puedo leer todo hoy, pero la visitaré con frecuencia.
Enhorabuena.
Un cariñoso saludo de esta madre y abuela (Tenerife)

Anónimo dijo...

Sublime! un beso desde Barcelona (no se si la visitó).
Una lección sin duda para todos, hay que seguir los sueños hasta conseguirlos, no llegar a ellos nos puede suponer perdernos verdaderas aventuras.
Gracias Amelia!

P.D: Las mujeres siempre fueron igual con los coches, a la que se les mete un modelo en la cabeza al final se compra ese, jejeje.

Josefa dijo...

La historia de su Fiat 600 me divirtió mucho, también me trajo recuerdos del amor imposible que tuve por uno. Mi marido de entonces me llevó a probarlo, dimos una vuelta... y no me lo compró, tiempo después me divorcié de él...me pregunto ahora si me lo hubiera regalado...pero no, no tuvo nada que ver una cosa con la otra, quizás solo fué una consecuencia.
Muchos años después y de un segundo y feliz matrimonio pude comprar el auto de mis sueños, y 0 Kilometros, lo he disfrutado casi cada minuto y digo casi pues durante un año me dio dolores de cabeza y a muchos de los mecanicos que lo llevé, pero bueno finalmente se mejoró y aunque me dicen que debo cambiarlo no tengo la menor intención de hacerlo,y cómo me dijo un proveedor de éstos "Es muy dificil bajarse de un jeep Blazer..." encontré tan expresivo el comentario, y es la verdad, pero le estoy hablando de "tuercas" demasiado largo y no quiero aburrirla, aunque sé que Ud. comprenderá... Todavía manejo y pienso seguir haciendolo durante unos cuantos años mas, ¿hasta cuando manejó Ud? Como se sintió cuando ya no pudo manejar más? Yo no quiero ni pensar en ese instante espero que aun me falten unos diez o quince años mas...
Amelia ha sido un placer saber de Ud. Desde Chile Viña del Mar un abrazo y felicitaciones por su exito como blogger, la envidio ya que yo no me sé desenvolver bien en esto, y ni estoy segura de que le podré enviar este saludo mio. Es mas a pesar de que soy escritora no le tengo simpatia a la computación, si a los bloggers, pero no logro dominarlos aún, necesito un nieto como el suyo. ja..ja.. Josefa.

Josefa dijo...

Perdón olvidé poner mi dirección, www.cantaversos-luz.blogspot.com
Josefa del Rio.

Anónimo dijo...

Muy entretenido, encantador, ¿como puedo leer mas de esta genial dama?
Luz e cita.

Anónimo dijo...

Me encanta lo que escribe, la sigo siempre, siga a si bisabuela que la queremos mucho...

Napue